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Una chica muy guapa, acababa de cumplir 17 y como iba a su primera fiesta sola, estaba un poco nerviosa respecto a qu� ten�a que hacer si alg�n chico quer�a propasarse.

Su mam� le dijo, “No te preocupes, es muy f�cil. Cuando un chico se te acerque y quiera algo m�s, t� le preguntas, ‘�Qu� nombre vamos a ponerle a nuestro beb�?’ y eso lo va a asustar.

Y con esa importante recomendaci�n, ella se fue a la fiesta.

En la fiesta, uno de los chicos empez� a bailar con ella y, poco a poco, a besarla y acariciarla. As� que ella le pregunt�, “�Qu� nombre vamos a ponerle a nuestro beb�?”. El chico invent� una excusa y desapareci�.

Un poco despu�s, la misma escena volvi� a suceder: un chico empez� a besarle el cuello, los hombros… y cuando ella le pregunt� por el nombre del beb�, el chico se ofreci� para traerle un refresco.

M�s tarde, otro chico la invit� a dar un paseo y, despu�s de unos minutos, empez� a besarla y ella te pregunt�, “�Qu� nombre vamos a ponerle a nuestro beb�?”.

�l segu�a bes�ndola y empez� a quitarle la ropa. “�Qu� nombre vamos a ponerle a nuestro beb�?”, volvi� a preguntar ella. �l empez� a hacerle el amor y ella volvi� a preguntarle, “�Qu� nombre vamos a ponerte a nuestro beb�?”.

Cuando termin�, �l se sac� el cond�n, le hizo un par de nudos y le dijo:

“�Si este carajo logra salir de aqu�, le ponemos David Copperfield!”

Pepito iba muy mal en matem�ticas. Sus padres hab�an intentado de todo: maestros particulares, centros especiales, todo lo que pueda imaginarse. En un �ltimo intento, inscribieron a Pepito en la escuela cat�lica de la localidad.

Tras el primer d�a de clases, Pepito regres� a casa con una expresi�n muy seria en su rostro. Ni siquiera salud� a su mam�, sino que se fue directo a su cuarto y empez� a estudiar. Al poco tiempo hab�a libros y papeles por todo el cuarto y Pepito estaba trabajando como nunca antes. Su madre estaba sorprendida. Despu�s de comer, Pepito se regres� inmediatamente a su cuarto sin decir nada y se puso a estudiar de nuevo. Esto continu� por alg�n tiempo, d�a tras d�a y la mam� no lograba entender lo que hac�a la diferencia.

Al fin, Pepito llev� a casa su boleta de calificaciones. La dej� sin decir nada sobre la mesa y se fue a su cuarto a estudiar. Toda nerviosa, la mam� vio la boleta y, para su sorpresa, vio que Pepito hab�a sacado 10 en matem�ticas. Sin poder contener por m�s tiempo su curiosidad, la mam� fue a buscar a Pepito:

“Hijo, �qu� fue lo que pas�? �Fueron las monjitas las que te convencieron?”

Pepito se volvi� a verla, y moviendo la cabeza respondi�:

“No”.

“Entonces, �fueron los libros, la disciplina, la estructura, los uniformes? �Podr�as decirme qu� fue?”

“Bueno, mam�, cuando fui a clases el primer d�a y vi al pobre tipo clavado en el signo de m�s, �supe que las monjitas iban en serio!”

A young family moved into a house next door to a vacant lot. One
day a construction crew turned up to start building a house on
the empty lot.

The young family’s 6 year old daughter naturally took an
interest in all the activity going on next door and started
talking with the workers.

She hung around and eventually the construction crew – gems in
the rough all of them – more or less adopted her as a kind of
project
mascot.

They chatted with her, let her sit with them while they had
coffee and lunch breaks,and gave her little jobs to do here and
there to make her
feel important.

At the end of the first week they even presented her with a
pay envelope containing a dollar.

The little girl took this home to her mother who said all the
appropriate words of admiration and suggested that they take the
dollar pay she had
received to the bank the next day to start a savings account.

When they got to the bank the teller was equally impressed
with the story and asked the little girl how she had come by her
very own pay
check at such a young age.

The little girl proudly replied, “I’ve been working with a
crew building a house all week”.

“My goodness gracious”, said the teller, “and will you be
working on the house again this week too?”

“I will if those useless cocksuckers at the lumber yard ever
bring us the fucking bricks”, replied the little girl.