Una se�ora ten�a ganas orinar y, como no se aguantaba m�s, se pone tras una esquina a hacerlo. En eso, un hombre que pasa por all�, al ver a la mujer en sus quehaceres, para no interrumpirla espera a que �sta termine para pasar, cuando oye que se tira un pedo y le reclama:
“�Se�ora, pero que guarra es usted!”
“�Vosotros cuando me�is, no os la sacud�s? Pues yo me la soplo”.