Una pareja de esposos que no se soportan deciden divorciarse y acuden con el juez para que los separe. El magistrado pregunta las razones de la separaci�n; despu�s de escucharlas est� de acuerdo con los argumentos, pero les advierte que lo �nico que falta por establecer, es qui�n se quedar� con la custodia del nene y le pide a la mujer que hable:
“Se�or juez, mire, d�jeme decirle que no veo por qu� usted me pueda quitar a mi nene, si fui yo quien lo tuvo en el vientre durante nueve meses. Luego de eso lo amamante; despu�s lo cri� porque su padre es un irresponsable, que creo nunca lo quiso”.
Luego de ese discurso, el magistrado le dice al padre que hable:
“Se�or juez, para no dar tanto discurso como esa mujer, se la voy a poner f�cil: si usted quiere adquirir un refresco en una m�quina, le mete las monedas para que �sta le d� la bebida. Entonces, si usted introdujo las monedas, �de qui�n es el refresco, suyo de la m�quina?”