Un d�a por la ma�ana, un hombre decide ir a buscar caracoles, tras convencer finalmente a su mujer prometi�ndole que no llegar� tarde.
Cuando est� en camino, se encuentra a un viejo amigo que le invita a tomar unas copas y recordar viejos buenos tiempos. Con la distracci�n, el tipo se olvida de ir a buscar caracoles, y se pasa todo el d�a y la noche de fiesta con su amigote. Cuando se acuerda, ya por la ma�ana del d�a siguiente, se pone nervioso por la preocupaci�n y la bronca que le echar� su mujer.
Entonces, va a una tienda y compra un bote de caracoles y se va para casa. Cuando llega a la puerta de su casa, esparce los caracoles por el suelo, pica al timbre y cuando abre la mujer, el sujeto ordena a los caracoles:
“Venga, va, que ya llegamos…”