Tres cirujanos discuten en el restor�n del hospital sus experiencias sobre las operaciones. El primero dice:
“A m� me gusta operar a los contadores, los abres y tienen todo numerado.”
A lo que el segundo replica:
“No, prefiero a los bibliotecarios, tienen todas sus partes ordenadas alfabeticamente.”
Y el tercero termina:
“�Pero los m�s f�ciles de operar son los abogados, porque carecen de coraz�n y de ri�ones, y la cabeza y el culo son intercambiables!”