Mar�a era la m�s sabrosona

Mar�a era la m�s sabrosona del pueblo, la que mejor lo meneaba, la que se los echaba a todos. Un d�a llega a su casa y su mam� le cuenta que no hay nada que comer.

“Tranquila, mam� ahorita salgo y consigo algo”.

En lo que sale, ve venir a lo lejos al bobo del pueblo con tres gallinas y piensa:

“Listo, a este idiota le quito las gallinas”.

Se arregla el pelo, los pechos y se acerca al tipo:

“Hola, �por qu� no me regalas esas gallinas?”

“No, esas son mis gallinas”.

Mar�a le insiste con voz dulce:

“Anda, reg�lame las gallinas”.

El bobo le replica:

“No, esas son mis gallinas”.

Ella sigue insistiendo hasta que el tipo le propone:

“Bueno, si me dejas mamarte un seno te doy una gallina”.

Indignada, la chica le contesta:

“�Est�s loco! Por una gallina, no”

“Bueno, entonces me voy”.

Mar�a al recordar a su familia cede:

“Est� bien, vamos a aquel �rbol”.

Se saca un seno y el sujeto comienza a chupar:

“Much, much, much”.

Despu�s de eso, la joven se arriesga:

“�Por qu� no me das otra gallina?”

“No, esas son mis gallinas”.

“Anda, dame otra gallina”, insiste.

“Bueno, si te dejas chupar otro seno”.

“Caramba, est� bien, total ya me chupaste una”.

Mar�a se saca el otro seno y el bobo:

“Much, much, much”.

Mientras el hombre estaba en lo suyo, Mar�a le dice:

“Dame la otra gallina, �qu� vas a hacer con una sola? �Anda!”

“Bueno, si te dejas chupar la cucha”.

La mujer se queda pensando y acepta:

“Est� bien, vale”.

Y el bobo empieza a chupar; Mar�a comienza a agitarse, a gemir y gritar. Toda excitada le suplica:

“�No aguanto, m�temelo, bobo! �M�temeloooooo!”

“Si me das las tres gallinas”.

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