Llega un nuevo recluso a

Llega un nuevo recluso a una c�rcel de baja seguridad, donde todos los presos pernoctan en un dormitorio colectivo. Algo as� como dos mil tipos acostados en un solo sal�n. Lo que llam� la atenci�n del nuevo era que todos los presidiarios se echaban pedos soplados, es decir, sin hacer ruido.

“Yo les voy a ense�ar a estos cabrones como se echa un buen pedo”, pens�.

Despu�s de la cena, que consisti� en unos frijoles reci�n hervidos, el tipo empez� a sentir que todos se echaban pedos muy hediondos pero que no sonaban. En esas estaban, cuando sinti� ganas; dirigi�ndose a sus compa�eros les grit�:

“�As� se echan los pedos, cabrones!”

“�Prrrrrrrrrr!”

En ese momento se empez� a escuchar un murmullo que fue creciendo en intensidad. Uno de los reos grita:

“Si van a rifar ese culito virgen yo pago lo que sea”.

Y se le fueron encima.

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