Juan Ignacio, �te olvidaste otra vez!
“�De qu�, M�nica?”
“�Hoy cumplimos 20 a�os de casados!”
“Pe… Pe… Pero, �c�mo me voy a olvidar de eso?”
“Quiero que me lleves a cenar, a ver un buen espectaculo y a bailar.”
“Justamente eso era lo que ten�a planeado.”
“Bueno, quiero que me lleves al Solid Gold.”
“�Queeeeeeeeeee? �Est�s loca? Eso es un antro!”
“�Quiero que me lleves ah�! Y punto.”
Y fueron… Apenas llegaron, el g�ey que estacionaba los autos, dijo:
“Buenas, �C�mo le va caballero? Qu� bueno verlo otra vez.”
La mujer salta sorprendida:
“�Qu� dice �ste? Dijo que qu� bueno verte otra vez. �Has venido?”
“�Yo? �Pero est�s loca? A este pinche antro… Le dicen a todos lo mismo. Estos lugares son as�.”
Aparece el portero: “Senor L�pez… un gusto.”
“Te dijo senor L�pez… te conoce.”
“Ehhh, y c�mo no me va a conocer si este tipo trabaja en el edificio de mi oficina. Es el electricista del edificio.”
Los recibe Jerome: “Monsieur L�pez, la mejor mesa como siempre, verdad.”
“�Este franc�s tambi�n es electricista en tu oficina?, te voy a matar!”
“No… ehh… no… este franc�s me conoce porque es el que me vendi� los pasajes de Air France para ir con tu mam�.”
“Me est�s…”
En ese momento aparece la vendedora de cigarrillos: “Cachiitttoooooo! �Te doy tu habanito?” La cigarrera se pone el habano entre las tetotas: “�M�teme la manita, cachito, y saca tu habanito!”
M�nica est� a punto de matarlo. En ese momento se apagan las luces y empieza el espect�culo. Aparece una mujer super sensacional que empieza a hacer un strip-tease espeluznante. Cuando se queda solamente con la tanguita se acerca a la mesa y, muy mimosa, pregunta a toda la concurrencia:
“Y ahora, �qui�n me va a sacar la tanguita?”
Todos los presentes gritan a coro: “Se ve, se siente, Juan Ignacio con los dientes! Se ve, se siente, Juan Ignacio con los dientes!!!”
M�nica no aguanta m�s y sale corriendo. Se mete en un taxi, Juan Ignacio la sigue y sube al mismo taxi. La mujer empieza a pegarle y quiere arrojarlo fuera.
“Eres el m�s grande hijo de puta de toda la historia.”
M�nica se saca un zapato y empieza a pegarle en la cabeza y a gritarle groser�as hist�rica.
En ese momento el taxista se da vuelta y dice:
“�Mire que hemos llevado pinches locas Don Juan Ignacio, pero como esta cabrona ninguna!”