En una ocasi�n, llega un

En una ocasi�n, llega un hombre a la cantina y le ordena al cantinero:

“Deme un tequila con ron, vodka, limoncito y salecita”.

En cuanto el cantinero se lo sirve, el hombre se lo toma de un solo jal�n y, acto seguido, se avienta por la ventana. Poco despu�s, entra por la puerta, ileso, sin ning�n rasgu�o. Se acerca nuevamente a la barra y le ordena al cantinero:

“Deme un tequila con ron, vodka, limoncito y salecita”.

El hombre de los tragos se lo da y, de nueva cuenta, el hombre lo sorbe de un sent�n y vuelve a aventarse por la ventana y regresa como si nada hubiese sucedido.

Otro hombre, que observaba los hechos, se dijo:

“Esa bebida que toma ese sujeto debe tener algo m�gico, algo especial, qu� s� yo. Voy a probar, a ver qu� pasa”.

As� que decide ir donde est� el cantinero:

“Deme lo mismo que le dio a ese tipo”.

El cantinero se lo prepar�. El sujeto lo bebi� e inmediatamente se arroj� por la ventana, pero qued� hecho pur� cuando choc� con la acera. Poco despu�s, el hombre que siempre resultaba ileso, pidi� otro trago como los anteriores y una vez m�s se arroj� por la ventana y, de nuevo, lleg� como de costumbre. Fue entonces cuando el tabernero le amonesta:

“H�joles, Superman, desde que te volviste alcoh�lico, ya todos quieren ser como t�, mano”.

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