En un convento en el que reina la espiritualidad y la calma, recibe la Madre Superiora a una novicia que le dice:
“Madre, tengo un problema y quiero confesar…”
“Cu�ntame, hija, �qu� te pasa?”
“Pues, que estoy embarazada…”
“�Eso como va a ser!, dice la Superiora. �Como ha sido?”
“Pues… no lo se, la verdad… �que puedo hacer?”
“Mira hija, vas a hacer lo siguiente: te vas a tu casa durante 9 meses, tienes el ni�o, lo dejas con alguien que pueda atenderlo y regresas, con lo que ser�s perdonada.”
“Muy bien, Madre, as� lo har�.”
Total que se va la novicia y al cabo de una semana recibe a otra con el mismo problema.M isma penitencia.
Y durante 6 meses todas las novicias del convento con el mismo tema. La Superiora, asustada re�ne a todas las monjas de edad avanzada y les dice:
“Hijas m�as, ya sabeis lo que ha acontecido estos �ltimos meses con nuestras j�venes novicias… yo tambi�n tengo una mala noticia… �estoy embarazada! pero no os preocupeis que har� lo mismo que vuestras compa�eras, ir� a casa, tendr� el ni�o y volver�… pero antes quiero enterarme qui�n es el HIJO DE PUTA que se corre encima de las velas!”