El ministro de una peque�a congregaci�n iba a comenzar el serm�n cuando not� una joven en la fila de enfrente que llevaba un vestido muy pegado y con los senos casi sali�ndosele. El hombre no se pudo concentrar en el mensaje para su reba�o, as� que dej� pasar el servicio y pidi� hablar con la mujer despu�s que los feligreses dejaron la iglesia. Ya solos, el reverendo pregunta en voz de serm�n:
“�Por qu� vienes a la iglesia vestida as�?”
“�Por qu�, reverendo? Todos mis novios me dicen que oyen �ngeles cantar cuando ponen sus cabezas sobre mis senos”.
“Humm. Bueno, d�jame revisar”, dice el reverendo mientras pone la cabeza entre los senos de la chica.
Despu�s de algunos minutos, levanta la cabeza y afirma:
“No oigo ning�n �ngel cantar”.
“Por supuesto que no, reverendo: necesita conectarse”.