Un hombre en su lecho de muerte reuni� a su abogado, su doctor y el sacerdote de su parroquia y les entreg� a cada uno un sobre con $25,000 en efectivo. A cada uno le hizo prometer que tras su muerte pondr�an los tres sobres en su ataud, ya que quer�a tener suficiente dinero en la otra vida. Una semana m�s tarde el hombre muri�. En el velorio, el abogado, el doctor y el cura depositaron un sobre en el ataud y se despidieron de su amigo.
Casualmente, los tres se encontraron meses despu�s. El cura, sinti�ndose culpable, confes� que el sobre s�lo conten�a $10,000, ya que pens� que en lugar de desperdiciar ese dinero, pod�a aprovecharlo para una buena obra. El doctor, conmovido por la sinceridad del cura, confes� que �l tambi�n se hab�a quedado con parte del dinero y que el sobre s�lo conten�a $8,000.
Para entonces el abogado estaba que expoltaba de ira. Dijo que estaba profundamente desilusionado del comportamiento de sus dos amigo. Y a�adi�: “Yo soy el �nico que respet� la promesa que hicimos a nuestro amigo. Quiero que sepan que el sobre que puse en el ataud conten�a la cantidad completa. �De hecho, mi sobre conten�a mi cheque personal por los $25,000!”