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Viajaban en avi�n un cura y una monja; de repente falla el motor y caen en medio del desierto. Comienzan a caminar con la esperanza de encontrar un oasis. Hallan un camello y se suben en �l. Pasan las horas, los d�as y del oasis �nada de nada! Por lo que es demasiado para el pobre camello, y �ste muere. Entonces el sacerdote repara en la monjita, que a decir verdad no estaba nada mal, y el instrumento se le empieza a poner duro, raz�n por la cual se acerca a la monjita y le dice:

“Mire, aqu� nos vamos a morir, nos hemos portado muy bien obedeciendo en todo al Se�or, por tal motivo tengo la seguridad de que si cometemos un pecadillo se nos perdonar� all� arriba, as� que �por qu� no fornicamos hasta morir?

“�C�mo cree, padre!”

“�ndele, hag�moslo, al fin y al cabo de que nos morimos, nos morimos”

Despu�s de no mucho insistir la monja acepta, y le dice el sacerdote, “a ver, ens��eme su cosita”.

La monja se levanta el h�bito y le muestra tremendo mollocoyo, y todo excitado le pregunta, “�y eso qu� es?”

“�El para�so!”, le contesta la religiosa.

Despu�s, la hermana le dice al cura que le muestre lo suyo. El padre inmediatamente se despoja de su investidura y deja ver tremendo animalote, y la monja le pregunta: “�y eso qu� es?

El religioso agarr�ndose el instrumento con ambas manos responde, “�esto es la pura vida!”

“�Ah s�?, �Pues m�tasela al camello a ver si revive!”