En un cine en el que se iba a presentar un estreno se form� desde temprano una larga cola. Entonces, una viejecita se acerc� a la taquilla y la multitud empez� a gritar:
“�A la cola! �A la cola!”
La anciana se detuvo un momento y la multitud call�, pero al volver a avanzar, la gente empez� a gritar a coro:
“�No se cuele! �A la cola!”
Y as� sucedi� muchas veces hasta que la viejecita, enojada, se alej� refunfu�ando:
“�A ver ahora qui�n les vende los boletos!”