Un nuevo empleado se presenta a trabajar a la oficina y, como todo empleado nuevo, se sent�a un poco inc�modo. En el transcurso de la ma�ana, observ� que cada vez que algunos compa�eros dec�an un n�mero todos se pon�an a re�r. Curioso les pregunta:
“�Por qu� cada vez que dicen un n�mero se ponen a re�r?”
“Es que aqu� est� prohibido que contemos chistes, as� que los tenemos enumerados y cuando alguien dice un n�mero ya sabemos a que chiste se refiere y nos ponemos a re�r”.
Al d�a siguiente, sinti�ndose m�s en confianza, el nuevo empleado suelta:
“El cinco”.
Todos sus compa�eros se quedan callados; inquieto el nuevo cuestiona:
“�Por qu� no se r�en?”
“Es que vos no ten�s gracia para contar chistes”.