Una noche la mujer de la pareja de reci�n casados escucha ruidos afuera de la casa, y le dice a su marido:
“Mi amor, mi amor creo que hay algiuen afuera.”
“Afuera no hay nadie, du�rmete.”
“Pero mi amor, hay alguien.”
“Du�rmete, ya me tienes harto.”
“Por lo menos as�mate a la ventana para que parezca que tenemos perro…”