A fin de someterse a un examen m�dico general, una superabundante chica acude a una cl�nica. El m�dico le ordena que se desvista por completo para proceder a realizarle un minucioso examen. Cuando termina, con el rostro afligido, el galeno le informa con solemnidad:
“Se�orita, lamento mucho tener que decirle algo”.
“�Qu�, doctor?”, pregunta consternada la mujer.
“Que se vista”, dice con un profundo suspiro de resignaci�n.