Cierta vez un tipo desea ir a que le corten el cabello as� que ingresa a una peluquer�a y encuentra al peluquero ocupado, por lo que decide esperar un momento. Al poco rato se da cuenta de que un perro se quedaba mirando fijamente al otro se�or que le estaban haciendo el corte; entonces el tipo dice:
“Vaya, se�or peluquero, su perro s� que se ha quedado fascinado con el tipo de corte que le est� haciendo a su cliente.”
A lo que el peluquero le responde:
“No amigo, no es eso, sino que de vez en cuando el perro recibe un pedazo de oreja.”