El perro de un abogado, corriendo sin correa, entra en una carnicer�a y se roba un gran pedazo de carne. El carnicero sigue al perro hasta la oficina del abogado y le pregunta a �ste: “Si un perro entra corriendo sin correa a mi carnicer�a y se roba un pedazo de carne, �tengo el derecho de exigir al due�o del perro que me pague la carne que el perro rob�?”
El abogado contesta: “Absolutamente.”
“Entonces me debe usted 9 pesos. Su perro me rob� un pedazo de carne hace unos momentos.”
El abogado, sin decir ni una palabra, escribe y entrega al carnicero un cheque amparando los 9 pesos.
Dos dias despu�s, el carnicero abre el correo de su casa y encuentra un sobre del abogado. Al abrirlo se da cuenta de que es �una factura por $50 en concepto de honorarios por la consulta!