Dos sacerdotes, que estaban de vacaciones en Hawai, deciden vestirse de turistas para pasar inadvertidos. Compran camisas floreadas y sandalias y se van a tomar el sol a la playa; en eso, una rubia despampanante, en biquini, pasa junto a ellos y los saluda:
“Buenas tardes, padres”.
Los curas se quedan at�nitos y, antes de volver al hotel, deciden comprarse un atuendo m�s atrevido: pantaloncillos de surfista, playera con estampado batik y gafas obscuras.
Al d�a siguiente, vuelven a la playa y ven a la misma rubia, que en esta ocasi�n lleva un biquini m�s breve.
“Buenos d�as, padres”, los saluda.
Al pasar junto a ellos, la detienen:
“�Un momento se�orita! �C�mo sabe que somos sacerdotes?”
“�Qu� no se acuerdan de m�? Soy la hermana Catalina, la del convento.