Una se�ora viaja en un taxi acompa�ada de su hija de cinco a�os. Al pasar por una esquina, la chiquilla ve a unas prostitutas y pregunta:
“Oye, mam�, �qui�nes son esas se�oras?”
Nerviosa, la mujer responde:
“Son se�oras que est�n esperando que sus maridos salgan de trabajar, hijita”.
El taxista, que ven�a escuchando todo, se dirige a la madre:
“�Chingado, se�ora, d�gale la verdad: son prostitutas!”
Se hace un tenso silencio. En eso, la ni�a lanza otra pregunta:
“Oye, mami, �y las prostitutas pueden tener hijos?”
“�Pues claro! �De d�nde crees que salen los pinches taxistas?”